Caperucita era una pequeña niña que
vivía en una gran ciudad. Esta pequeña debía madrugar todas las mañanas a
llevar el desayuno a su abuelita que vivía en un pueblo cerca a la ciudad. Para
poder llegar hasta donde su querida abuelita debía tomar el mismo tren todas
las mañanas.
Cierto día todo cambio.
Caperucita llegó a la estación a tomar la misma ruta, pero se
demoró un poco, mientras esperaba se le acercó un lobo y muy discreto le
preguntó:
-¿pequeña a donde te diriges?-
Ella, un poco asustada le contó que
debía ir donde su abuelita a dejar el desayuno. El lobo propuso entonces
que ya que el tren estaba retrasado, le prestaría su bicicleta para que
llegara más rápido. Ella aceptó, pues estaba muy demorada con el desayuno de su
abuelita. Caperucita cogió la bicicleta. Pedaleó y pedaleó para poder
llegar a tiempo. El lobo se quiso pasar de listo y tomó el tren que llegó unos
minutos después de que Caperucita saliera de la estación. Por esta razón, llegó
más rápido donde la abuelita. Tocó la puerta de la casa y ésta dijo:
“sigue chiquita, te habías demorado un
poco”.
De repente, el lobo entró, la tomó por
sorpresa y la encerró en el closet. Se puso la pijama de la abuela, y se acostó
a la espera de Caperucita.
La niña llegó muy cansada de su
trayecto en bicicleta y entró a darle el desayuno a su abuela. Se sorprendió
muchísimo.
- Abuelita… ¡qué ojos tan grandes tienes!- dijo Caperucita.
- Son para verte mejor, hijita – respondió la abuela.
- ¡abuelita, que orejas tan grandes tienes!- siguió ella-.
- Son para oírte mejor – susurró
- ¡abuelita, que boca Tan grande tienes!
- ¡Es para comerte mejooooorrrr! – respondió dando un enorme salto
para devorarla.
Caperucita empezó a gritar: “¡auxilio!
¡Ayúdenme! ¡El lobo me quiere comer!”. Casualmente, la Sijín estaba haciendo su
recorrido de rutina. Al escuchar los gritos de la pequeña derribaron la puerta
para poder ayudarla. Caperucita muy agradecida emprendió la demanda contra el
lobo por agresión física y psicológica. Los guardias de seguridad
arrestaron al lobo y lo llevaron a la estación de policía, donde su
juicio se llevará a cabo en estos días.
Después de este incidente, sacó a su
abuelita del closet y juntas tomaron el desayuno tranquilas y felices.
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