Aquel
día, una pequeña caminaba por el bosque. Llevaba consigo una canasta de frutas
y muchas flores que recogió por el camino. Eran para su abuelita que se
encontraba muy delicada de salud. De repente, se encontró con una linda
jovencita de cabello negro y piel muy blanca. Aquella era una niña muy alegre y
obediente.
-¿Qué
haces tan sola por este bosque? puede ser muy peligroso si no lo conoces- dijo
la niña.
-Mi
padre murió hace algún tiempo. Así que ahora vivo con mi madrastra. Es muy
mala. Q quiere acabar con mi vida. Por eso, ahora estoy internada en este
bosque. Unos amiguitos me encontraron y me apoyaron. Pero la verdad, hasta allí
llegó la mano de esa malvada mujer, por eso huí. Para que no corran peligro por
mi causa.-le comento la joven.
Conmovida
por su historia, la bella niña le sonrió y la invitó a que la acompañase a casa
de su abuelita. Ella aceptó encantada. Camino a su destino quedaron pasmadas al
escuchar la dulce voz de un niño. ” ¿Un niño? y, ¿solo en este bosque?” Se
preguntaron. Sin dudarlo, se dirigieron hacia la voz. Ahí estaba. Tan pequeñito
como el dedo pulgar. Les causó mucha ternura y fácilmente se hicieron amigas de
él.
-
¿Cómo te llamas?-preguntó una de ellas.
-Me
llaman Pulgarcito- respondió.
_ ¿Qué
haces tan solito por aquí?- replicó la otra niña.
-Mis
padres son muy pobres. Decidieron entregarme a una familia muy pudiente del
otro lado del bosque. Pero yo los amo y no me importa la pobreza y todo lo que
quiero es estar a su lado. Así que escapé. Y como había tomado migajas de pan y
las regué por todo el camino, ahora podré regresar a casa-. Les
contó.
Ellas
se ofrecieron a acompañarlo a casa. Pero antes, los tres visitarían la
abuela de la pequeña.
Estaban
tan contentos que se olvidaron de los peligros que el bosque guardaba.
Tras
sus pasos estaba la mano de la malvada madrastra, de aquella bella joven. Esta
había contactado al lobo más feroz de todo el bosque.
. –Tu
misión será devorar a esa joven, a aquella de cabello negro y piel muy blanca-
Le encomendó la malvada
-Será
un placer muy apetitoso-respondió el lobo feroz y hambriento.
Ahora
los tres corrían peligro. El hambriento lobo los tenía a la vista. ”Será un
plato exquisito, en vez de una, serán tres. Es todo un banquete”. Pensó.
No
razonó y se lanzó al ataque. Antes de cumplir su propósito, un príncipe
que por ahí pasaba, sacó su espada y lo derribó salvando así la vida de estos
tres encantadores personajes.
El
príncipe quedó hechizado con la belleza de la jovencita de cabellos negros y
piel blanca como la nieve. No dudó en pedirle que fuese su esposa. Ella aceptó.
-Pero
antes me gustaría acompañar a esta pequeña y dulce niña a casa de su abuela y a
este pequeñito, llevarlo de regreso con sus padres-le comentó al príncipe.
Así fue.
Todos llegaron a su destino. La abuela de la pequeña niña fue la madrina de
bodas .Entre tanto, los novios se encargaron de que la familia de Pulgarcito
nunca padeciera necesidad alguna, para que jamás tuvieran que separarse.
La
malvada madrastra murió de un ataque de rabia, al enterarse de que la joven
cada día era más bella y feliz.
Y la
pequeña niña, de una caperucita roja, ahora tiene dos grandes amigos, en cada
extremo del bosque, a quienes frecuente mente visita ya sin temor del gran lobo
feroz.
Y como
dicen todos los cuentos…
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